Y te asomas a mis ojos como a una ventana abierta, penetras hasta lo más hondo de mi interior, donde a falta de alma me he tornado insensible, pues mi espíritu yace en un frío lugar, hasta que por fin lo encuentras y lo conduces de vuelta al hogar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario